En México el gas natural es barato y eficiente, pero no resuelve todo: no ayuda a valorizar los residuos orgánicos que muchas fábricas generan, ni mejora por sí mismo los indicadores de sostenibilidad. Por eso cada día más empresas usan biomasa —astilla, bagazo o cáscaras— para alimentar sus calderas.
La ventaja esencial es su origen: los residuos orgánicos que se convierten en combustible absorbieron CO2 mientras crecían. Al quemarlos, devuelven prácticamente la misma cantidad que capturaron, lo que acerca su balance de carbono a neutro. Si tu planta ya dispone de grandes volúmenes de residuos —o puede conseguirlos cerca—, estos se transforman en calor útil en lugar de terminar en un relleno sanitario.
A grandes rasgos, las empresas se interesan en la biomasa cuando:
● generan residuos orgánicos que hoy pagan por desechar,
● tienen objetivos formales de sostenibilidad (ESG, huella de carbono, certificaciones),
● o planean una nueva caldera y quieren un combustible renovable desde el diseño.
Adoptar este combustible implica coordinar calidad, logística y ajustes mínimos en la caldera. Green Biomass ofrece una solución “de la biomasa a la energía” (B2E) que cubre esas tres piezas: mezcla con la humedad adecuada, centros de transformación propios y entregas puntuales en todo el país. Al contar con un proveedor de biomasa especializado, la transición se vuelve un proyecto práctico en lugar de un experimento.
● Reducción de CO2 directo sin frenar la producción.
● Aprovechamiento económico de residuos que antes costaban dinero eliminar.
● Mejor reputación ante clientes, inversionistas y autoridades que valoran la acción climática.
¿Quieres saber si tu planta está lista? Contáctanos y descubre cómo la biomasa puede impulsar un futuro más limpio para tu industria.